En plena corrida del pargo, uno de los momentos clave del año para la pesca en el municipio de Niquero, en Granma, la industria pesquera local está prácticamente paralizada debido a la falta de energía eléctrica y la escasa producción de hielo, elementos básicos para conservar las capturas y mantener activa la flota.
Hasta el momento, apenas se han entregado siete toneladas de pargo, menos de una cuarta parte de las 30 planificadas para la campaña.
“Durante los últimos días la baja producción de hielo ha sido el factor principal que detiene a las ocho embarcaciones dispuestas para la campaña pesquera y las interrupciones eléctricas el motivo principal”, reconoció el periódico oficial La Demajagua.
El diario recordó que abril, mayo y junio son los meses que históricamente han aportado a la entidad los mayores volúmenes de captura de especies de primera calidad, pues es el periodo en que se desarrolla la corrida del pargo.
No obstante, Jorge Luis Torres Anaya, jefe de Flota en la Empresa Pesquera de Niquero, aseguró que mantienen la esperanza de incrementar las capturas en junio, durante el último tramo de la campaña, “si se cuenta con las condiciones básicas necesarias”.
La fuente no especificó el destino final de estas producciones. En momentos en que la escasez de alimentos golpea significativamente a la población, en la red minorista estatal no se vende pescado con regularidad, por lo que el producto apenas llega a las mesas de los cubanos.
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Sin embargo, en plataformas cubanas de comercio electrónico se ofertan distintas especies de pescado. En el caso del pargo, los precios oscilan entre 12 y 14 dólares por kilogramo. En una de las tiendas online, el kilogramo del producto se vende a 3.35 dólares, con entrega limitada a la ciudad de Bayamo.
La situación refleja una contradicción constante en el país: mientras las autoridades machacan en el discurso de la soberanía alimentaria y la importancia estratégica del sector de la alimentación, no se garantizan los recursos básicos para el funcionamiento de la industria pesquera.
Ni soluciones, ni estrategias claras; sólo el típico lenguaje voluntarista de la prensa oficial de que “los hombres de mar mantienen alto su espíritu de trabajo y voluntad de cumplir la tarea como lo han hecho siempre”, mientras cada día se pierden en el mar toneladas de alimentos que no llegan a las mesas de los cubanos.
La actual crisis energética en Cuba mantiene severos apagones en casi todo el país con cortes que pueden sobrepasar las 20 horas, lo cual afecta al sector residencial e industrial. La falta de combustible y energía eléctrica perjudica las operaciones de pesca y el funcionamiento de las industrias, limitando la captura y producción de pescado.
Autoridades han reconocido que la producción pesquera en Cuba se encuentra limitada además por déficit de recursos, falta de embarcaciones y equipamiento y problemas de pesca furtiva e ilegalidades, entre otros.
No obstante, también han mencionado que al menos el 15 % de la producción se dedica al turismo y una parte importante a la exportación para generar ingresos externos, lo que reduce la cantidad de pescado disponible para el consumo interno.
En 2023, el gobierno afirmó que “Cuba es un país que está rodeado de mar, pero las aguas no poseen los niveles de pescado que se necesitan para cubrir la demanda de la población, para satisfacer esta demanda creciente”.
Lo anterior supone una frustración para innumerables ciudadanos que sostienen que comer pescado en Cuba es un privilegio de pocos, pese a su condición de isla.
Recientemente trascendió que la producción pesquera en el mayor embalse de Cuba, la presa Zaza, en Sancti Spíritus, atraviesa una crisis severa: los peces escasean, los planes se incumplen al tiempo que la respuesta de las autoridades ha sido culpar al mal tiempo y a la pobre “manifestación” de especies como los ciprínidos (carpas).
Si bien esa provincia lidera la acuicultura en Cuba, sus pescaderías están vacías, ante lo cual dirigentes locales esgrimen que el pescado sí se distribuye, pero la demanda es tan alta que se agota de inmediato.
Preguntas frecuentes sobre la crisis pesquera y energética en Niquero, Cuba
¿Por qué está paralizada la pesca del pargo en Niquero?
La pesca del pargo en Niquero está afectada debido a la falta de energía eléctrica y la escasa producción de hielo. Estos elementos son fundamentales para conservar las capturas y mantener activa la flota pesquera. La baja producción de hielo y los apagones han afectado significativamente la capacidad de las embarcaciones para salir a pescar durante la corrida del pargo, un momento clave del año para la pesca en la región.
¿Cómo afectan los apagones a la industria pesquera en Cuba?
Los apagones severos en Cuba afectan tanto al sector residencial como al industrial, incluyendo la industria pesquera. La falta de energía eléctrica limita la capacidad de las plantas para producir hielo necesario para conservar el pescado, lo que provoca una reducción en las capturas. Además, las interrupciones eléctricas afectan a las operaciones de pesca y al funcionamiento de las industrias relacionadas, complicando aún más la situación de la alimentación en el país.
¿Qué papel juegan las energías renovables en la crisis energética de Cuba?
Las energías renovables, como los parques solares, se consideran una solución parcial para aliviar la crisis energética en Cuba. Sin embargo, la dependencia del diésel y la falta de baterías para almacenar la electricidad generada limitan su efectividad. Aunque se han inaugurado nuevos parques solares, estos solo cubren parcialmente la demanda energética de regiones como Granma, donde se encuentra Niquero, mientras que el 70% de la energía sigue dependiendo de fuentes fósiles.
¿Qué opina la población cubana sobre la distribución de pescado en la isla?
Muchos cubanos consideran que comer pescado es un privilegio de pocos, a pesar de que Cuba es una isla rodeada de mar. La producción pesquera está limitada por diversos factores, incluyendo la falta de recursos, embarcaciones y equipamiento. Mientras que una parte significativa de la producción se destina al turismo y la exportación, la cantidad de pescado disponible para el consumo interno es insuficiente para satisfacer la demanda de la población.
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